Ubicada exactamente encima de la desaparecida Puerta de Toledo se encontraba la capilla de Belén, lo que motivó que al arco que quedó de aquella puerta se le denominara el "arco de Belén". Hoy en día solo se conserva a modo testimonial un azulejo en el que se indica que allí estuvo ubicada esta pequeña capilla, posiblemente de origen medieval. Sabemos que en su interior se ubicaba un lienzo con la imagen de Nuestra Señora de Belén.
En la actual calle Don Gumersindo Díaz-Cordovés se encontraba la cárcel pública de Consuegra. En ella eran encerrados los reos y delincuentes que la justiia local apresaba. En su interior también había una pequeña capilla para ofrecer el apoyo religioso a los moradores de la cárcel.
Dentro de las propiedades municipales registradas hasta el siglo XIX encontramos la carnicería pública situada en la finca que hacía esquina con la calle de los Arcos y la plaza de don Vicente Figueroa. Este edificio albergaba las tienda en las que se vendía la carne y pertenecía al concejo o ayuntamiento.
Junto a la carnicería pública comentada más arriba se encontraba la casa del pregonero figura imprescindible en la vida habitual de nuestros pueblos y ciudades. Fue una modesta casa que ocupó este funcionario que se encargaba de leer los pregones, noticias y demás cuestiones que debía conocer el vecindario.
Una propiedad sanjuanista con origen romano fue el paraje de Valdespino, hoy de propiedad particular y que fue utilizado en los años 60 y 70 del pasado siglo como merendero y lugar de esparcimiento para muchos consaburenses y visitantes, conociéndose entonces como "Los Estanques".
El barrio conocido como "barrio de abajo" o parte norte de la población tuvo un cementerio que estuvo situado junto a la hoy desaparecida ermita de San Sebastián, ubicándose ambas construcciones entre las actuales calle Cánovas del Castillo y Velázquez.
Al igual que el barrio norte de la ciudad o "barrio de abajo" tenía su propio cementerio para uso de los vecinos de esta parte de Consuegra, el "barrio de arriba" o barrio sur poseía otro camposanto que estuvo situado muy cerca de la ermita de Santa Lucíaa (hoy desaparecidad). El punto aproximado donde se encontró fue al final de la calle Portachuelo desapareciendo a principios del siglo XX cuando el nuevo (y actual) cementerio se convirtió en el único camposante de la ciudad.
Un ejemplo del esplendor y la importancia que tuvo Consabura lo descubrimos gracias a la existencia de un circo romano cuyos restos se localizaron en los año 60 del siglo XX gracias al trabajo del arqueólogo Francisco Giles Pacheco, quien también identificó la presa romana. En documentos del siglo XVIII se describen los restos aún visibles del circo, ubicado en el barrio sur este de la ciudad, junto a la actual calle Circo Romano.
Estamos ante la primera edificación que utilizaron los franciscanos cuando llegaron a Consuegra en el siglo XVI. Ubicado junto al camino de Urda, hoy no podemos precisar donde se encontró exactamente ya que no quedan restos del mismo. No permanecieron los frailes muchos años en este edificio ya que según las crónicas era frio y poco agradable para residir en él por lo que la comunidad se trasladó a una casa cedida por un vecino y cercana a la ermita del Cristo de la Vera Cruz. Poco después la familia Díaz de Linares y Toledo levantaría la nueva fundación franciscana en Consuegra: el convento de San Pedro de la Vega.
Después de ocupar el primer convento franciscano en el camino de Urda, los frailes de la orden tercera estuvieron un tiempo en una vivienda dentro de la muralla para después pasar a ocupar el convento conocido como de San Pedro de la Vega, que se ubicaba al final de la actual calle Santas Justa y Rufina. No nos queda ningún resto visible en la actualidad, aunque posiblemente restos arqueológicos puedan encontrarse bajo los solares donde antaño estuvo el convento. Con el tiempo a este convento también se le adosó una fábrica de sayales para franciscanos.
Este monumento históricamente no ha pertenecido al término de Consuegra sino al de Urda. Pero dada la importancia que tuvo este lugar de formación de freires sanjuansitas y la relación que tuvo con nuestra ciudad hemos decidido incluirlo entre los edificios reseñables de nuestra historia.
La cruz verde más que un monumento puede considerarse un icono religioso que en forma de cruz con el color lógicamente verde, existió cerca del camposanto de Santa María, al final de la calle del Portachuelo.
Esta ermita se encontraba fuera de la población, cerca del camino de Urda. Hoy no conservamos ni una sola piedra aunque hasta hace unas décadas se mantenía en pie alguna pared de la misma. En ella se veneraba una imagen de la Magdalena.
Los hermanos Gonzalo y Ana María Coronel levantaron con sus propios bienes una ermita dedicada a la virgen del Pilar de Zaragoza. La primera misa se dijo en la misma en el año 1666. Se trataba de un templo barroco, con bóveda octogonal en el que se conservaba además de una imagen de la Virgen del Pilar otra de San Roque. El retablo que poseía en el altar mayor era obra de Sebastián de Benavente. La iglesia fue demolida hace poco más de 40 años. En uno de los locales de la planta baja del nuevo edificio que se levantó existe un oratorio donde se conserva la imagen de la capilla original. En este oratorio se halla establecida hoy la capilla de adodración perpetua de Consuegra.
Una ermita desaparecida y de la que poco podemos hablar pues no sabemos ni donde se ubicó exactamente ni qué tipo de edificio pudo ser. La única pista que encontramos para su localización es la toponima de algún paraje cercano a la actual carretera de Urda, como por ejemplo el camino de San Andrés o la Loma de San Andrés, por lo que se puede ubicar este templo en aquella parte de Consuegra. Desconocemos en qué fecha se perdió el culto aunque en las descripciones de edificios religiosos desde el siglo XVII ya no aparece.
La ermita de San Antón se encontraba en alguna parte imprecisa del camino que lleva el mismo nombre. Debió haber tenido culto hasta el siglo XIX pues el siglo anterior es descrita como una ermita con culto en la que se conservaba una imagen del santo titular, así como una más de la Virgen de la Concepción. Domingo Aguirre en su famoso trabajo añade que había algunos restos posiblemente romanos en la parte delantera del templo.
Esta ermita fue reconstruida en el siglo XVIII por el infante don Gabriel como Gran Prior de la Orden de San Juan. En ella se ubicaría también a finales del mismo siglo el cementerio del "barrio de abajo" o cementerio de San Juan. En la actualidad no se conserva ningún resto ya que toda esta zona fue urbanizada a partir de la riada de 1891.
El barrio más hacia el sur de Consuegra es denominado comúnmente como el barrio de Santa Lucía, ya que durante varios siglos existió una pequeña ermita al final de la calle Padre Gabriel Casanova. A principios del siglo XX la ermita no tenía culto por lo que el ayuntamiento procedió a derribarla completamente.
Hemos incluido este elemento patrimonial en la categoría de monumento pues ya en el apeo o relación de bienes hecha la Orden de San Juan en el siglo XVI aparece detallada una escalera de piedra labrada que pertenecía a la orden y que comunicaba la parte baja del palacio prioral con la zona más alta del mismo, hacia lo que hoy es la Escuela Municipal de Música. En la actualidad no se conserva prácticamente nada de esta escalera aunque posiblemente algún resto arqueológico pueda continúar aún hoy entre lo que son los restos del palacio y la parte más elevada que confina con uno de los patios de la Escuela de Música.
Gracias a la documentación sabemo que históricamente Consuegra tuvo 4 fuentes públicas que comenzaon a labrarse a finales del XVIII y que sufrieron diversas reformas hasta prácticamente principios del XX.
La historia de Consuegra y de sus edificios va paralela a la historia de la Orden de Malta. La labor asistencial y médica de los caballeros les obligó a ubicar en diferentes puntos de la geografía determinados hospitales; en nuestro caso el hospital de la Caridad o de San Juan Bautista, en honor al santo titular de la orden .Se encontraba entre las calles Hospital, Cristo y Plus Ultra.
En algún documento hemos podido comprobar que existió un humilladero antes de entrar en la población, cerca del camino de Madridejos a la derecha del mismo y próximo al convento de San Pedro de la Vega y la fábrica de sayales.
Nos encontramos ante uno de los edificios, quizá después del castillo, más antiguos de Consuegra. Fue según algunas cróncias mezquita musulmana y los caballeros de San Juan la reutiilizaron como lugar de culto cristiano. En la actualidad solo se conserva parte del ábside de la nave del evangelio el cual fue declarado Elemento de Interés Patrimonial el 17 de noviembre de 2015.
Esta igleisa sí que podemos afirmar que fue la más antigua de Consuegra ya que cuando los caballeros sanjuanistas llegan a Consuegra y a todos el territorio del señorío, esta iglesia ya se encontraba entre los templos cristianos de la localidad. No podemos precisar su ubicación pero quizá pudo haber estado situada cerca de la actual, aunque no existe ni un solo dato que lo precise.
El antiguo matadero de reses que dependía del concejo o ayuntamiento estuvo durante varios siglos en el edificio que hace esquina con la calle del Arco y Avenida de Castilla La Mancha, frente a la actual estación de autobuses. Cuando se decidió llevar fuera de la población este servicio, el inmueble fue vendido a un particuar el cual edifció una casa.
El palacio prioral o palaico de los grandes priores fue gran casa-residencia de los Grandes Priores de San Juan levantada entre el siglo XIV y XV ya que el castillo se estaba empezando a abandonar como vivienda habital por parte del funcionariado de la orden, lo que motivaría que la administración, viviendas, almacenes, etc., se ubicaran en esta importante finca cuyo torreón nos ha llegado a la actualidad junto a alguna otra estancia.
Si Consuegra tuvo un pozo para ingresar nieve en el interior de la población, exactamente en la actual calle Manuel Figueroa, también hubo un segundo pozo en el camino hacia Almadén, sin poder precisar a fecha de hoy donde se encontraba exactamente. La función de estos pozos de nieve era recoger este producto durante el invierno para luego en la época del estío poder venderlo o donarlo gratuitamente a algunas comunidades, como así hacía la Orden de San Juan que fue quien lo administró hasta principios del siglo XX.
La trágica inundación de 1891 se llevó por delante no solo centenares de casas sino también los puentes romanso que poseía Consuegra a los que se le echó la cupa de haber provocado el taponamiento previo a la riada del 11 de septiembre. Fue ordenado derruirlos para poder configurar el cauce del rio tal y como lo conocemos hoy.
Consuegra o al menos la parte más antigua de la población estuvo rodeada de una importante muralla de la que apenas conservamos nada en la actualidad. Se tiene aproximadamente ubicada la zona por la que transcurría este muro. Para poder cruzarlo e ingresar en Consuegra se disponía de varias puertas como la de Toledo, la de Madridejos, etc.
Otra de las más antguas posesiones que tuvo la Orden de San Juan en Consuegra fue la Tercia de Morales, situada en lo que hoy es calle Don Gumersindo Díaz-Cordovés y que finalmente en el siglo XIX fue vendida a un particular.
El almacén de grano y de otros productos que la Orden de San Juan tuvo en el estrecho callejón llamado del Trinquete, se conservó relativamente bien hasta 1809 cuando fue incendiado el conjunto por los franceses quemádonse también este edificio. Fue levantado por el prior don Juan José de Austria en el siglo XVII acondicionando una de sus paredes o crujías para practicar el juego de pelota o "trinchette" francés, de ahí el nombre que tenía el callejón y la calle con la que hacía esquina (actual calle Plus Ultra):