Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Alcázar de San Juan era una de las ciudades más pobladas del antiguo priorato de San Juan y de hecho rivalizó en importancia con la ciudad de Consuegra ya que a partir del siglo XVI la población de Alcázar de San Juan era superior a la de Consuegra. Según escribió Domingo de Aguirre en el siglo XVIII, Alcázar de San Juan se encuentra en tierra llana, cerca de dos cerros llamados de la Horca. Fue fundada por los musulmanes que construyeron torreones y murallas que ellos llaman alcázar o alcazaba. Conserva aún hoy una torre denominada la torre de palacio, que levantó el prio don Fernando Pérez Mosejo (o Mosexo). El nombre antiguo de Alcázar de San Juan es citado como Murum. En el mismo año de 1190 cuando el rey Alfonso VII donó el castillo de Consuegra a Rodrigo Rodríguez, se donó también el castillo de Alcázar a Juan Muñoz, caballero de la Orden del Hospital o de San Juan, como se deduce en los documentos que se conservaban en el archivo histórico de la orden en Consuegra. 

Durante un tiempo Alcázar de San Juan se denominó Alcázar de Consuegra reconociendo la dependencia que tenía hacia la capital del priorato, ya que se pobló gracias a la carta puebla (año de 1241) que se concedió desde la capital prioral, aunque desde el siglo XVI y ante la importancia que va adquiriendo Alcázar se pasaría a denominar "de San Juan". De todas las villas del Campo de San Juan (dice Aguirre) poseía los mejores edificios, iglesias, conventos y ayuntamiento, todos "de piedra labrada". Se celebraron varios capítulos generales de la orden en esta villa.

Poseía dos parroquias, Santa María de la Asunción y Santa Quiteria, levantada ésta en 1511 a causa del aumento de vecinos. Había dos conventos en el siglo XVIII: uno de frailes trinitarios descalzos y otro de franciscanos de la rama de los observantes. También dos conventos de monjas, uno de franciscanas bajo la advocación de San José y el otro el de Nuestra Señora de la Concepción. Las ermitas de San Sebastián, de Sasn Juan, de la Vera-Cruz, de Santa Ana, Nuestra Señora de Valvanera y algunas más sin uso en aquellos momentos. 

Un comercio muy habitual en Alcázar de San Juan fue el del salitre, al igual que Tembleque. Existió una Real Fábrica de Salitres y Pólvora. Residía en la villa el gobernador de todo el priorato y en allí tenía su audiencia. También moraba en Alcázar el vicario de la Dignidad Arzobispal. Las propiedades de la orden en Alcázar eran las siguientes:

-El feudo denominado "Martiniega", cada año y en reconocimiento de vasallaje.
-Los 2 tercios de diezmos de ganados menores, queso, lana y añinos, uva, minucias, granos, trigo, cebada, centeno y avena, el íntegro como también el de imágenes, hospitales y cofradías y de las huertas.
-Las escribanías públicas, penas de cámara y bienes mostrencos, las casas que llaman de palacio con sus torres y fortalezas, con todo lo cercado, las tercias de pan, casa de gobernación y su cárcel.
-La serna que está junto a las casas de palacio, entre los camino de van a Herencia y a Villarta y llega a una acequia que llaman arroyo Cordobés, su cabida de 204 fanegas de cebada.
-Tres alcaceres, los dos junto a la ermita de San Juan, al camino de la fábrica Real de Salitres a Manzanares y el otro a la mano derecha de va del molino de Nieva a las huertas del Pradillo.
-La haza nombrada de los Caballos a la salida del camino de Campo de Criptana, su cabida de 6 fanegas de trigo.
-La serna y sernilla de Villacentenos (que es donde estaba el castillo del mismo nombre) a dos leguas de la villa.
-Los molinos harineros sobre el Cigüela en término de esta villa que se llaman el harinero, Hernando Díaz, el Dotor y la Herrera. Sobre el Guadiana el del Tejado, que es el primero que se encuentra camino de esta villa de Argamasilla, el cual tiene una huerta o tierra de una fanega de cebada.

No podemos hablar de Alcázar de San Juan sin hablar de Cervantes, ya que una de las supuestas patrias del autor del Quijote es nada más y nada menos que Alcázar. La tradición cervantina es algo que se respira en las calles de la villa. Fuera de polémicas, hay una partida bautismal en la que se dice que allí se bautizó a Miguel de Cervantes.

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